SU REALIDAD MI IMPOTENCIA



Me parece una falta de consideración, por parte de la sociedad en general, no poner medios para estos miembros , que no somos tan completos para poder alcanzar el mejor nivel académico, pero si lo seriamos para poder lograr otros objetivos, pero no llegaremos a saberlo, por lo menos a tiempo, ya que eso no esta contemplado en el sistema, el procedimiento es este, y es en el que quieras o no tienes que entrar, da igual si pierdes el tiempo o incluso te dejas la ilusión y la seguridad en ti mismo en el camino, de adulto ya habrá algún profesional “intachable” que te ayude a superar tu “problema” o “trauma”, pero .., Quien tiene el trauma??? Por Dios.., una sociedad que quiere su propio ideal de individuo, imponiendo ese modelo de vida, para que solo los sostengan tal patrón como suyo propio, puedan vivir a sus anchas y el resto intenten sobrevivir, conviviendo con ellos, o la persona que tiene su propio ideal, y facultades para desarrollar cualquier actividad que se proponga.., menos estar a la altura de los académicamente preparados.


Cuando, tenía unos 10 o 11 años, empezó a ir fallando en los estudios, cada vez se le hacía mas grande el espacio entre los estudios y Ella, e iba creando un vacío difícil de llenar , muy difícil, y yo empecé a hacer uso de las herramientas que la sociedad nos ofrece para ayudar en todo momento a nuestros hijos, ante todo quiero que quede claro que no estoy en contra de los adelantos habidos y por haber para casos como el que nos ocupa, claro que son ventajosos y favorables, sobre todo si lo que buscas es intentar adaptar tal “problema” a las obligaciones de la sociedad, por que como lo que quieras es desmarcarte e intentar buscar compatibilidad y armonía entre el sistema y las “limitaciones” de Ella, ahí es donde verdaderamente empieza el problema.





He de decir que tampoco he insistido mucho en diagnósticos varios, con una vez me bastó, para saber que haga lo que haga y vaya donde vaya, el diagnostico seria el mismo, y el consejo también, así que después de saber que Ella, sufría lo recientemente llamado TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad), me deje llevar, pero solo al principio, confiando en que la primera impresión cambiaría en cuanto me empezaran a dar soluciones para equilibrar ,y vivir felizmente con ello y lo académicamente establecido.., pero no.., de momento no es así.
Mi primera reacción fue, que empezábamos mal, ya la palabra Trastorno, no me gustaba, ya que a Ella, que la conocía, a la perfección muy trastornada, no la veía. Con lo cual primero a modo de broma, demostraba mi desaprobación al llamarlo “trastorno”, pero con ello me quedaría ya que los profesionales, veían muy claro que cualquier versión de nuestra esencia como personas, que no fuera compatible con lo establecido con las normas generales, vendría a conocerse con el nombre de “trastorno”, está bien pensé, no le daría más vueltas al nombre por el cual intentaban definirla en ese momento e intentarían que hasta el más mínimo detalle del perfil de tal “trastorno” cumpliera, sin discusión alguna.  Empecé a darme cuenta que si Ella sufría un tipo de “trastorno” en lo que se refiere a la capacidad de prestar atención, por el que le cuesta centrar el interés hacía algo concreto más de cinco minutos seguidos, como se llamaría exactamente, a que el deseo por prestar atención sea selectivo, “Trastorno Selectivo de la Atención” , me explico antes de que pienses que mi “trastorno” es más serio y va ligado a una falta de explicación a la hora de intentar ser entendida..,
Cada vez que he mantenido una conversación con un profesional para hablar sobre Ella y su problema, le adjudicaban rasgos a su carácter que no tenían nada que ver con Ella, pero si con su “trastorno” con lo cual, no admitían replica alguna por mi parte e ignoraban todas mis contrarías explicaciones a lo que ellos ya tenían una idea concreta y muy definida de Ella, así que no me prestaban atención en el momento que contradecía a la confirmación de rasgos de su perfil según el trastorno diagnosticado para Ella.
No tienen idea de cuan equivocados están, como pueden ser tan rectos en sus “veredictos” y no contemplar alteración alguna en un “trastorno”  que se convierte en un inconveniente u obstáculo para vivir acorde a lo “normal” investigado e inventado por ellos, donde está la amplitud de miras con respecto al diagnóstico y a contemplar algún tipo de “trastorno” en él. es decir que no sea tan riguroso y preciso como ellos creen.