SOLO SI LO HAS SENTIDO ALGUNA VEZ ENTENDERÁS....,

jueves, 23 de octubre de 2014

Libro II

Miró a su alrededor para encontrarse con varios árboles de troncos con unos diámetros inmensos, el color de su corteza revelaban su longevidad, parecían secos, aparentaban no tener hojas, ni vida en un tono que no fuera el de su mortecina corteza, miro hacía el fondo pero el paisaje era el mismo, con el mismo tono gris inalterable, cuando de pronto con la mirada al frente, en el árbol que se encontraba a su derecha noto cierto movimiento, era imposible pensó, algo con aspecto tan inanimado, es improbable que pueda haber movimiento alguno, y siguió caminando, con cautela ya que aunque pudiera ser imposible por el aspecto del escenario, ella notaba cierta vigilancia por parte de algún ser que era totalmente consciente de su existencia y cada vez que pensaba en ello, un escalofrío le recorría el cuerpo, se calmó y siguió hacía delante, sigilosa para no confundir sus propios pasos con algún sonido ajeno y poderlo identificar inmediatamente, cada uno de esos árboles parecía más anciano que el anterior, y de repente no fue sonido sino un pequeño movimiento, mientras observaba aquella corteza fue como un abrir y cerrar de ojos, pero no los suyos, los de algún otro ser que habitaba en la corteza de aquel anciano árbol, se acercó con cierto recelo, no sabía muy bien que era lo que había notado, pero sabía que algo en ese árbol no era del todo normal, y de pronto cuando no estaba aún lo suficiente cerca como para examinar la corteza con precisión, algo hablo.
-          Hola, es a mí a quien quieres encontrar, quizás – un tono pausado y grave daba pistas de su escondite –
-          Hola – contesto Lori con cierta reserva – Exactamente no sé quién eres todavía.
-          Entonces ¿Por qué me buscas?
-          No te busco, me temo que la fatalidad y un mal paso me han traído hasta aquí.
-          Deberías haber intentado irte ya hace rato y no seguir hacia delante.
-       Aun no se con quién estoy hablando, no habrá ningún tipo de manifestación por mi parte hasta no conocer a mi interlocutor.
-     Muy exigente me sigues pareciendo para no tener la seguridad de poder llevar a cabo tu misión.
-       ¿Qué sabes tú de mi misión?
-        Más de lo que imaginas.
-      Está bien, te otorgaré el beneficio de lo oculto, podrás mantener tu misteriosa identidad, pero solo hasta que te explique por qué motivo estoy asustada y tienes que saber que soy cauta a la hora de dar información a algo desconocido.

-       Trato hecho permaneceré en la sombra mientras declares tu voluntad, pero solo me verás si no te andas con falsedades y farsas en tu explicación, si no eres clara y verdadera en tus argumentos, te tendrás que buscar la vida, yo no ayudo a farsantes que lo único que quieren es descubrir mi retiro para acabar conmigo….., y…,