Pienso en
aquella época con añoranza, Ella era muy movida, pero no sería
hasta unos años más tarde, cuando esta simple palabra “movida”
adquiriese un significado tan complejo, y que a su vez intentara
limitarnos el camino por la vida con tantos obstáculos, era una
etapa en la que ser movida, lo único que provocaba fuera de lo
normal, era el gesto de sorpresa de cualquier persona con la que lo
compartías sin darle mayor importancia que la simple respuesta por
mi parte con el mismo gesto de “ si bueno, me ahorro el gimnasio”,
mi gran ignorancia sobre el extenso significado de la simple palabra
“movida” aun estaba intacta, y así siguió durante algunos años
más, la verdad es que siempre Ella, a sido atípica, nunca entraba
dentro de los perfiles al 100%, siempre hay algo que la hace
diferente, además de hacer dudar siempre a los grandes profesionales
que han pasado por su historial, con esto no quiero decir que hayan
sido muchos, han sido los estrictamente necesarios, y vuelvo a su
falta de normalidad a la hora de cumplir con un perfil “anormal”
con el que le querían etiquetar desde pequeña, si esa descripción
que suelen tener los demás de ti, en la mayoría de los casos de
forma profesional, por supuesto, y sin animo de ofender, les respalda
y avala en su diagnostico, si que se me olvidaba, perdón, no son
etiquetas es un diagnostico, el gran y estricto “libro de la
sabiduría médica”, que no es que tenga nada contra ellos, no por
Dios, pero deberían tener la capacidad de admitir, que no todo ser
humano es igual a otro, ni por coincidir en algunos síntomas, deben
ser tratados iguales, así que con esa falta de normalidad para poder
ponerle a Ella una de sus temidas etiquetas, pasamos unos años en
los que mientras no era necesario, cumplir ciertas exigencias para
agradarle a la estricta e inflexible sociedad vivimos en la más
absolutas de las ignorancias.
Llevábamos el
día a día a la perfección yo me había adaptado a Ella y a lo
inquieta que era, a cambió tenía la mayor y más encantadora de las
sonrisas que nadie , excepto Ella puede ofrecer y cautivar con solo
hacerlo y eso me valía, observaba cada momento su ir y venir,
siempre pensando en lo feliz que era, me gustaba verla tan
desenvuelta, además era una niña que para cualquier ocurrencia
novedosa en su cabecita, te buscaba con la mirada para contar con tu
aprobación, no era nada desobediente si yo observaba cierto riesgo
o que no era correcto lo que en ese momento pretendía, la miraba y
simplemente le mandaba una señal de desaprobación, y ella
inmediatamente acataba tal manifestación de no consentimiento por
mi parte, e iniciaba otra actividad, sin ningún tipo de rebeldía
por su parte, he de decir que en la actualidad sigue así, acata
cualquier decisión nuestra, siendo consciente de que sera en
beneficio suyo seguro, tengo que añadir que yo soy una persona
tremendamente positiva, y siempre procuro sacar lo positivo de las
situaciones, y es lo que le intento trasmitir a Ella constantemente,
unas veces lo consigo a la primera y otras tengo que insistir un
poquito más, pero se que Ella es así también y le sirve para todo
en la vida, incluso en los momentos de prohibiciones en las que
cualquier adolescente, se rebelaría y su enojo sería tal que
durante horas serías castigado con el látigo de su indiferencia,
por privarle de la necesaria e indispensable relación que mantienen
con móvil o cualquiera de los aparatos electrónicos que hoy en día
dominan las relaciones humanas.